“Si decimos que ahorro es igual a inversión, un modelo coherente con este principio es el de sembrar árboles maderables”
La madera de eucalipto es una de las especies con mayor potencial. En los últimos años, varias investigaciones se han centrado en ella para tratar de mejorar su transformación y empleo en nuevas aplicaciones.
El eucalipto se utiliza tanto en carpintería de exterior como interior.
Su durabilidad es de clase 2 en contacto con el suelo (de 5 a 15 años) y de clase 3 en exterior y sin contacto con el suelo (de 15 a 40 años). Estas características han animado a emplear la madera de eucalipto en puertas, perfiles laminados para ventanas, mobiliario de cocina, tableros contrachapados y parqué machihembrado.
En todos los casos, las técnicas de aserrado y secado son fundamentales para que la madera conserve su calidad. La primera minimiza los efectos negativos de las tensiones de crecimiento, mientras que la segunda evita la deformación que provoca la humedad. Los mejores resultados se obtienen cuando es sometida a tratamientos con vapor.
Al ser una madera nerviosa, debe secarse con cuidado para que la humedad no altere sus propiedades.